domingo, 8 de febrero de 2009

QUITAPENAS













El viernes por la noche me mandaron a Málaga. Así que pasé el sábado en la fría Costa del Sol (7 grados). Hacía dos años y medio que no pisaba esta hermosa ciudad y aproveché para pasear, leer el ABC y El País y tomarme un Quitapenas (una especie de moscatel malagueño) en un bar cercano al MPM. El Museo Picasso de Málaga (MPM) es una pequeña joya en el casco antiguo de la ciudad malacitana. Y la interesante exposición temporal dedicada a Max Ernst (hasta el 1 de marzo) sencillamente me encantó.

A veces la pintura te puede relajar, trasladar y cambiar el estado de ánimo. Fue lo que me pasó, afortunadamente, ayer sábado en Málaga. Max Ernst (1891-1976) fue un pintor dadaísta y surrealista alemán. Desconocía que Peggy Guggenheim fue su tercera mujer, con ella emigró en 1941 a EEUU. Regresando en los cincuenta a Europa, a Francia.

Como tenía tiempo aproveché para ver el interesante documental de Peter Schamoni Max Ernst. Mi vagar. Mi desasosiego. Por ejemplo, vemos como construía él mismo su casa en los EEUU. Lo tengo, lo veo. Tengo clara, en mi mente, la cara de Ismael ganador de Gran Hermano, en cambio, veo muy borroso a Igor Stravisnsky. Lo tengo, lo veo, algo falla. Max Ernst trabajaba escuchando a Igor Stravinsky, por ejemplo, La danza de los adolescentes. Yo escribo en estos momentos escuchando Nothing ´s gonna stop me now de Samantha Fox. Muchas veces veo en mi mezclar superficialidad y profundidad, mi gran tendencia a la superficialidad tocada de profundidad pero sólo para adornar. La mente perfectamente ordenada de Max Ernst combinada con cierta locura da obras objetivamente perfectas. Consiguen elevarnos. Anduve mirando los cuadros y pensando en Ernst y Stravinsky. Son indiscutibles, se puede hacer broma, no se puede hacer broma... No puedo evitar comparar aquellos tiempos con los nuestros. Obviamente, hay genios en el siglo XXI pero cuesta imaginar que algun día ocuparan un lugar al lado de todos estos. Cuesta imaginar pero quizá es porque les miramos desde demasiado cerca los poros ¿Samantha Fox al lado de Igor Stravinsky? Mmm...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen cambio de formato. Ayer Granada y la Alhambra, hoy Gijon y su puerto. Algo bueno debe tener este curro. Saludos