domingo, 31 de agosto de 2008

ARREBUJITO


Me estoy tomando un arrebujito en LHJC despidiendo agosto mientras escucho a Chris Cornell recitar "Toíto te lo consiento" de Rafael de León. Dedico este modesto texto a Quintero, León y Quiroga. Creadores de coplas que llegarán al siglo XXII.
Ingredientes: 1/3 de vino de manzanilla, 2/3 de casera, sprite o 7up, 1 hoja de menta.
¿Te acuerdas de aquella copla
que escuchamos aquel día
sin saber quién la cantaba
ni de que rincón salía?...
¡Qué encanto!¿Verdad?
¡Qué duende, qué sentimiento,
pero qué estilo, qué voz!
Creo que se nos saltaron
las lágrimas a los dos.
"Toíto te lo consiento serrana
menos faltarle a mi mare,
que una mare no se encuentra
y a tí te encontre en la calle"
Recuerdo un día oírlo recitar a José Sacristán, quizá es mejor declamador que Chris Cornell...Y mientras tomo arrebujito y escucho a Cornell pienso que a mí me ayuda para ser feliz verme desde muy arriba y verme como lo que soy: un ser insignificante como una hormiga, con problemas minúsculos como los de la hormiga, que vivo y moriré y mis actos serán intrascendentes como los de la hormiga.
Ahora Cornell ha sacado una guitarra y empieza a tocar "Spoonman".
Me voy a Milán. Volveré. Feliz septiembre.

miércoles, 27 de agosto de 2008

DAMA BLANCA







Me estoy tomando un dama blanca en el Gran Hotel Havana de Barcelona (Gran Vía, 647) escuchando al muy profesional Randy Greer Trío. Por desgracia en el bar del hotel pues hace mala tarde y la terraza está cerrada.

Ingredientes: 8 cl. de ginebra, 4 cl. de zumo de limón, 4 cl. de cointreau y una guinda roja.

Mientras, estoy pensando en la tragedia de Barajas y me vienen a la cabeza dos pelis centradas en la falta de seguridad aérea en Argentina: "Whisky, romeo, zulú" (2004, ficción) y "Fuerza aérea sociedad anónima" (2006, documental). Las dos son de Enrique Piñeyro. No me viene a la mente ninguna película española. Al mismo tiempo se me cruza por la mente el artículo "Cine y dinero" que publicó Marcelo Birmajer en "Babelia" el 16 de agosto.
¿Cómo es posible que tras la crisis de diciembre de 2001 Argentina haya hecho tantas películas objetivamente buenas? Para hacer cine hace falta mucha pasta y con sólo imaginación no basta.
A las dos mentadas de E. Piñeyro sumaría las siguientes que me vienen a la cabeza: "El abrazo partido" y "Derecho de familia" de Daniel Burman, "El bonaerense" y "Familia rodante" de Pablo Trapero, "El custodio" de Rodrigo Moreno, "Historias mínimas", "Bombón, el perro" y "El camino de San Diego" de Carlos Sorín, "El hijo de la novia" y "Luna de avellaneda" de J.J. Campanella.
Todas estas películas son de después del descalabro del 2001. Hay más pero algunas no me gustan y otras no las he visto. Sabemos que las películas argentinas se hacen en mayor o menor medida con capital ibérico pero eso no consuela.
Y en España con muchos más medios se han hecho algunas películas buenas pero abunda el truño. No hay excusa. Luego dirán que criticamos el cine español por envidia y maldad. Pero no es verdad. En "La silla de Fernando" de David Trueba y Luis Alegre, Fernando Fernán Gómez cita la conversación que tuvo con un taxista iraní. El taxista le preguntó que como era posible que un país con una cultura tan antigua como España el cine fuera tan malo. Me he olvidado de la respuesta. "La silla de Fernando" está entre las mejores películas españolas en lo que va de siglo.
Por la noche empiezo a leer "Historia de una mujer" de Marcelo Birmajer (guionista de "El abrazo partido"). Se lee rápido, es una novela entretenida. Quizá un poco deshumanizada y arquetípica. Pero no está nada mal y sé que no es sencillo conseguir el interés del lector página a página como logra Birmajer. Pero estoy cansado y me vence el sueño. Y sueño que estoy en la terraza de casa de mi madre y veo un avión de Alitalia que pierde altura y se estrella ante mis ojos. A mí no se me ocurre otra cosa que empezar a hacer fotos malas e inútiles con mi pésima cámara. Por suerte es sólo mi sueño.



domingo, 17 de agosto de 2008

NEGRONI







Me tomo un negroni mientras escucho "Teorema" de Marco Ferradini en cassette (una de mis canciones favoritas aunque no sea quizá objetivamente buena, se puede ver que el nivel musical de LHJC va bajando).
2 cl. de gin
2 cl. de Martini rosso.
2 cl. de Campari.

El 8 del 8 del 2008 se inauguraron los Juegos Olímpicos de Pekín y me pillaron en Milán. La ciudad grande más china de Europa (en mi opinión). La ciudad más china de Europa es Prato que ya en los años noventa rotulaba sus autobuses en chino e italiano. La ciudad de Milán en agosto está muerta y desde el 15 al 30 de agosto incluso hay hoteles que cierran. Aun así una visita a Peck (el colmado Quilez milanés) a comprar algun capricho te alegra el día. Después pizza al horno de leña en una pizzería regentada por chinos. Me tumbo a ver la inauguración de los Juegos Olímpicos con el libro "Bastogne" de Enrico Brizzi comprado en una librería en la esquina del hotel por un euro con setenta y ocho céntimos. Lectura lenta y con minidiccionario (me hubiera gustado hablar aunque fuera una sola lengua bien). Y un chino vuela y prende la llama olímpica. De Brizzi no había tenido noticias desde "Jack Frusciante ha dejado el grupo". Quizá Brizzi era el más famoso escritor de aquella llamada juventud caníbal italiana que no tengo datos exactos de en que quedó. Yo siempre quisé ir a Bolonia por ser la ciudad de la cultura y la contracultura italiana. La ciudad donde Umberto Eco da clases de semiología. La ciudad de Cesare Cremonini (cantante de Lunapop) y también porque es la ciudad de Enrico Brizzi. Algun día espero que no muy lejano iré.
El verano algun día terminará y yo me alegraré y escucharé a Marco Ferradini.
¡¡Gira española para Marco Ferradini ya!!

domingo, 3 de agosto de 2008

GINTONIC







Me tomo un gintonic y escucho "Sotto le stelle del jazz" de Paolo Conte. "Le donne odiavanno il jazz, non si capisce il motivo...". Es tristemente cierto. Y mientras escucho a Conte me acuerdo del 27 de julio de 2008 en que el español Sastre ganó un tour. Pongamos las cosas en su sitio: el ciclismo es cosa de viejos, el jazz es cosa de viejos, el beisbol es cosa de viejos, Solschenizyn es cosa de viejos...
Benditos viejos que permitís que sobreviva.
El ciclismo me encanta. No hay nada más grande que ver a un español volviendo locos a todos en Alpe D´Huez,. Debe de ser como para un keniata ver a un compatriota ganando los cinco mil metros en la olimpiada. Es algo que se da por hecho pero me sigue volviendo loco. El ciclismo es un deporte de espectadores viejos, a los jóvenes no les interesa. El ciclismo permite que un tipo (además francés porque me paré a escucharle hablar) se escriba en la parte trasera de su espalda "Sastre", aparezca en los Campos Elíseos y nadie le diga nada. Porque si vas al fútbol con una camiseta con el nombre de alguien te has gastado noventa euros en la camiseta. Y a pleno sol yo esperando a todos los héroes que han llegado a París para ovacionarlos. No hay nada más grande que acabar un Tour y/o jugar en la Real Sociedad. Yo sostengo que es preferible jugar en la Real Sociedad en Segunda División que en Champions League con el Villarreal. Y mientras los espero leo "Un día en la vida de Ivan Denisovich" de Aleksandr Solzhenitsyn (anteriormente conocido como Alexandr Solschenizyn). Nunca he entendido el tema de las reediciones. Nunca las he encontrado necesarias, me parece cosa de millonarios ¿Porqué voy a pagar quince euros por un libro que consigo de viejo por un euro o menos? Misterios por resolver. Este libro según parece fue escrito en un campo especial cerca de la ciudad de Ekibastuz, Kazajistán. Lo quería leer desde que Solzhenitsyn volvió a Rusia y me enteré de que existía (yo era un adolescente en 1994). Pero el tiempo pasó y no lo leí. Leí un cacho de "Archipielago Gulag" pero no sé donde fue a parar el libro. "Un día en la vida de Ivan Denisovich" narra un día en un campo de concentración en los tiempos de Stalin. Allí se juntan tipos de diferentes pelajes, todos retenidos por temas políticos. Y, de repente, paso página y aparece el pelotón. Sois héroes. Recordad: No hay nada más grande que acabar un Tour y/o jugar en la Real Sociedad.