martes, 24 de febrero de 2009

ESTRELLA DAMM






Tomando una Estrella Damm, viendo el Olympique de Lyon-FC Barcelona, tratando de recuperarme del viaje a Milán, preparando el viaje a Sudáfrica...
Siempre que bebo cerveza y veo fútbol me acuerdo de Kurt Cobain. Cobain decía que envidiaba a aquellos que tomaban cerveza y veían deportes sin más preocupaciones. Como miembro de ellos levanto la copa y le rindo un homenaje escuchando Smells like teen spirit, canción que traté de pinchar diez veces en un jukebox sin éxito. Nunca fui cobainista, nunca fui grunge. Mientras mis amigos escuchaban a Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden yo todavía andaba con Los Panchos, The Beatles y Patrick Bruel (no es broma).

Por desgracia, sigo con mi obsesión por demostrar que desde que el mundo es mundo las generaciones maduras piensan que los jóvenes son unos burros, atrevidos e inútiles. Si eso fuera cierto ya estaríamos viviendo en El Planeta de los simios. Espero que algun día alguien me apoye en mi teoría. A veces, me parece que sólo yo veo las cosas así. Lo cual casi equivale a decir que me equivoco. La culpa de todo esto es de Visitar la prehistoria, el último artículo de Javier Marías (uno de los cinco mejores escritores españoles vivos según el canon de Oriol). Cuenta que Díaz-Yanes (1950) dando clases de cine se dio cuenta de que sus alumnos desconocían todas las películas de la historia del cine y bla, bla, bla. De entrada, el profesor (Díaz-Yanes) debería plantearse que que un alumno no levante la mano para decir todo lo que sabe no quiere decir que no sepa. Y después, que el tiempo difumina, cambia y muta las cosas. Es decir, no tengo ninguna duda de que Luis Buñuel (1900-1983) vio cine mudo con pasión y Tano Díaz-Yanes como arqueología, interesante arqueología, puede ser. ¿Tenemos que pensar que por eso Díaz-Yanes es un idiota de 59 años? Por favor.
Me cuesta entender que un crack, como es Marías, con el que he volado muchas veces leyéndole pierda su tiempo en estas reflexiones.

Como estoy cansado, para demostrar que todas las generaciones maduras piensan que las jóvenes son más maleducadas e indisciplinadas prefiero que hable Galdós. Vayamos a Benito Pérez Galdós (1843-1920). En Fortunata y Jacinta (1886-1887) escribe:

"-El chico es de buena índole. Déjale que se divierta y que la corra. Los jóvenes del día necesitan despabilarse y ver mucho mundo. No son estos tiempos como los míos, en que no la corría ningún chico del comercio, y nos tenían a todos metidos en un puño hasta que nos casaban. ¡Qué costumbres aquellas tan diferentes de las de ahora! La civilización, hija, es mucho cuento. ¿Qué padre le daría hoy un par de bofetadas a un hijo de veinte años por haberse puesto las botas nuevas en un día de trabajo? ¿Ni cómo te atreverías hoy a proponerle a un mocetón de éstos que rece el rosario con la familia? Hoy los jóvenes disfrutan de una libertad y de una iniciativa para divertirse que no gozaban los de antaño..."

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