lunes, 9 de febrero de 2009

BLOODY MARY








Vengo de tomar un Bloody Mary con un amigo en Boadas. Parece fácil, pero prepararlo bien es una odisea. 3 cucharadas de vodka, 6 cucharadas de zumo de tomate, 1 cucharada de limón, 2 gotitas de salsa Worcestershire (salsa inglesa también vale salsa "lea perrins"), 2 gotitas de tabasco, sal y pimienta negra recién molida, 3-4 cubitos de hielo. Llego a casa y me viene a la mente la actuación en la fragata Numancia de Marta Sánchez...más que nada para terminar esta trilogía encubierta de divas de los ochenta (Salerno, Fox, Sánchez). Marta Sánchez quizá es la que ha envejecido mejor. Poco después llegaría el grunge y la drogadicta Kate Moss y la cleptómana Winona Ryder (mujeres mínimas) marcarían el canon oficial de los gustos masculinos.

Repaso las fotos que hice a algunos cuadros en la exposición de Joan Gelabert, Dalí Junior, en la galería La rosa del Vietnam (Peu de la Creu, 21 bis). Sino fuera porque sé que es del Maresme yo diría que su nacionalidad es brasileña. No sé explicarlo, pero esos cuadros parecen obra de un latinoamericano. Sus platillos volantes se plantan en Barcelona, París o Nueva York, pero podrían haberse plantado en Río de Janeiro o Salvador de Bahía. Lo veo claro: Barcelona es demasiado gris para entender a Gelabert, su sitio está en el Art Basel de Miami Beach. Allí le comprenderían mejor. Pura intuición de un ignorante...
Tengo un poco de pena. Está bien que las páginas culturales de prensa españolas hayan ido llenas de la muerte de John Updike (1932-2009). Escritor de un realismo encantador que sacaba punta de pequeñas cosas insignificantes. Recuerdo el libro Parejas que me impacto muchísimo. También leí Corre Conejo y El Regreso de Conejo. Me faltan por leer Conejo es rico, Conejo en paz y Conejo en el recuerdo. En fin, ha muerto un grande que para la historia quedará a la altura de Saul Bellow o Norman Mailer.

Pero no es normal que la muerte de Luis Romero Pérez (1916-2009) haya pasado tan desapercibida en España. Escritor también realista, ganador del Nadal 1951 por La Noria. En este libro nos habla de la vida real de Barcelona que creo que en parte fue escrito en Buenos Aires. Y autor de la magistral crónica Tres días de julio (1967). Estos libros están a la altura de los mejores libros de Delibes, Cela, Aldecoa por citar algunos. El problema es que la marca Luis Romero no vende. Como crear una marca, ¿cómo crear la marca Luis Romero? Desde aquí le rindo un modesto homenaje y pego un grito (and the Nobel goes to: ¡¡LUIIIIIS!!) que sé que es como si lo diera en medio del Oceano Pacífico. Cuando ves que cualquier inútil se queja de que le ningunean me entra la risa. Si la realidad silencia a Luis Romero que silencie un poco de basura no me parece grave. Luis Romero: no te olvidaremos y te seguiremos leyendo.

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