sábado, 14 de junio de 2008

MANHATTAN

Estamos en el Torrassa Jazz Club tomando Manhattan (6 partes de güisqui, 3 de martini, una gota de angostura y una guinda). Suena "Genova per noi" de Paolo Conte.
Hoy celebramos el décimo aniversario de la publicación de "El maestro en el erial" de Gregorio Morán. Aunque, en realidad, se publicó en febrero.
El libro está subtitulado como Ortega y Gasset y la cultura del franquismo, pero es muchas cosas más. Para mí es un libro fundamental y creo que objetivamente está entre los mil libros más importantes escritos en español durante el siglo veinte.
Nunca olvidaré la tarde en la que oí en Catalunya Ràdio al casi siempre equivocado Ramon Barnils(1940-2001) poner por las nubes "El maestro en el erial". Yo ya había leído el libro, de un tirón y mal, a mí estilo. Pensé si Barnils se ve en la obligación de alabar este libro, es que debemos estar ante una obra maestra del ensayo. Luego lo leí otra vez más lentamente.
Yo he visto dos veces a Morán pero he sido incapaz de decirle nada por miedo a no estar a la altura ante una persona tan importante. Una vez le vi en la Filmoteca de Catalunya, otra en el tren de Barcelona a París.
Que Gregorio Morán venda tan pocos libros me pone nervioso y me tranquiliza. Me pone nervioso porque esto nos demuestra en que país vivimos. Me tranquiliza porque si él vende tan poco, yo no merecería ni publicar estas modestas palabras en internet. Sólo vendió muchos libros de aquel "Adolfo Suarez, historia de una ambición". Los demás se han vendido poco.
Una de las razones es el grupo PRISA. El grupo PRISA tiene vetado a Morán. Todos sabemos que si sales en el País, Babelia, Cadena Ser, Cuatro y CNNplus al final de mes habrás vendido diez veces más que si no lo haces. A mí, no me parece grave que PRISA vete a Morán. Lo que me parece grave es el poder que tienen para influir en ventas de libros y lo que es peor, en el pensamiento de millones de españoles. El grupo PRISA tiene tal poder que mucha gente que lea esto pensará que voto al PP. Cuando yo sé que no es así.
Para terminar una pequeña anécdota. El 29 de mayo de 2004 Morán publicó el artículo "Incubando huevos de serpiente". Os muestro un extracto.
"...Un bailarín gitano haciendo honor a su nombre –Farruquito– atropella a un tipo en un paso de cebra, lo mata, no tiene carnet de conducir..., en fin, todo eso que le podría pasar a cualquiera en un mal día golfo. Pero lo que le convierte en un hijo de puta es que no sólo no lo auxilia, sino que se esconde hasta que dan con él, y entonces se inventa un culpable en la figura de su hermano menor de edad y echa la responsabilidad sobre terceros que le aconsejaron mal. Y a este lumpen impresentable, que en este caso me es indiferente que baile con los pies o con el culo, vamos nosotros y le pedimos permiso para preguntarle por el crimen, por si se enfada el muchacho, que es farruco, o su agente, que nos ha vendido la moto para que sirva en su defensa y que entendamos su desgracia. ¡Pero qué desgracia, cabrón! La única desgracia es que ganaste lo suficiente para comprarte un BMW, que no quisiste ni gastar en una academia que te enseñara a conducir y mataste a un inocente; hasta ahí lo indigno. Pero lo que ya no tiene perdón es además no socorrerle...".
Tras este artículo Farruquito puso una denuncia a Morán. Una jueza de Barcelona diccionario de la RAE en mano absolvió a Morán. Conclusión, Farruquito se merecía el adjetivo.
Cabrón: (Del aum. de cabra). 1. adj. coloq. Dicho de una persona, de un animal o de una cosa: Que hace malas pasadas o resulta molesto.

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