sábado, 14 de junio de 2008

7 PODERES








Me tomo un 7 poderes (siempre en vaso de chupito congelado) mientras escucho a Sidney Bechet.


Ingredientes:
Vodka
Ginebra
Whisky
Tequila
Ron blanco
Martini
Licor de café
Menudo partido, el de ayer, entre Holanda y Francia. Que clase, que categoría la de tantos jugadores de esas dos selecciones (Robben, Ribery...). En fin, partido antológico.
Hubo una eternidad antes de mi vida y habrá una eternidad después de mi muerte. Por tanto, lo raro es vivir. Estar aquí tecleando ante un ordenador. Lo normal es no existir. Y existir es pasar el tiempo hasta que uno no exista. Es normal pasar el rato viendo fútbol o especulando con comida para ganar millones aunque sea a costa de causar hambrunas. En definitiva, es pasar el rato.
El jueves 5 de junio estuvo Richard Ford en Barcelona para presentar su novela "Acción de gracias". Tercera parte (y parece que última) de las novelas protagonizadas por Frank Bascombe. La presentación fue en la Biblioteca Bonnemaison (Sant Pere més Baix, 7) y corrió a cargo de Rodrigo Fresán.
Yo me acerqué a la literatura de Ford porque era amigo de Raymond Carver que a mí me gusta mucho. Luego me enteré que Carver era tan conciso porque su editor le cortaba frases y frases. Claro salí un poco absurdamente decepcionado (después pude valorarlo) porque no tienen nada que ver uno con otro. A parte, leí primero "El día de la independencia" y después "El periodista deportivo". En orden contrario al lógico. En teoría, Tobias Wolff, Raymond Carver y Richard Ford formarían el terceto oficial del realismo sucio norteamericano. Aunque poco tienen que ver, pues cada uno tiene su personalidad propia muy evidente. En todo caso, sin duda, Richard Ford está objetivamente entre los grandes (entre los mejores veinte escritores de los EEUU de la segunda mitad del siglo XX) con Philip Roth, Saul Bellow, John Updike...
A Ford se le desencajó un poco la cara cuando tras un buen rato de charla y haber pasado el día entero con Rodrigo Fresán le dió las gracias por la traducción. La traducción no es mía le dijo Fresán. Fresán exprimió muchísimo a Richard Ford, pocos lo hubieran hecho tan bien. Hasta tal punto que Ford (medio en serio, medio en broma) le dijo que le estaba haciendo pensar demasiado.
Después me acerque a que me firmara un ejemplar. Parecía una persona muy receptiva (se notaba que no es europeo), quizá demasiado, porque el contacto con los lectores en una firma tan masiva es muy difícil. Yo no me quiero hacer el pesado porque hay más gente. Al menos es lo que me pasa a mí. Le comenté que había visto su foto en la casa del barrio francés de Nueva Orleans de Faulkner que es actualmente una librería. En esa casa Faulkner escribió "La paga del soldado". Me dijo que es una de sus librerias favoritas. Como es sabido Ford es de Mississippi y vivió también muchos años en Nueva Orleans.

2 comentarios:

Lu dijo...

el final es un poco abrupto, no crees?

Anónimo dijo...

creo que el autor de este blocs nos querrá deleitar con un segundo cocktel Ford para saber cómo acabo la tarde de la firma de libros...

Jose