martes, 8 de septiembre de 2009

CHIVAS (en LH Jazz Club)


Leonard Cohen (1934).


Stefan Zweig (1881-1942) y Lotte Zweig.

Lo que no vengo a decir (2009).

1)En LH Jazz Club, tomando un Chivas, esperando el 75 aniversario de Leonard Cohen (21 de septiembre). Escuchando Bird on the wire.
2)Es obvio que nada me haría más feliz que cobrar por escribir, pero, a veces, dudo de mi deseo.
Porque ser escritor profesional y ver como tus textos son malinterpretados por la humanidad debe de ser duro. Para mí sería insoportable. Personas que donde tú quieres expresar a leen z. Donde escribes real modestia (consciencia de la realidad) observan provocación...
Lo peor no es que la gente crea ver z, lo peor es que vean z y punto. Sin pensar en la posibilidad de que el lector, a veces, también se equivoca.
"La paloma en tu libro simboliza la paz. Es obvio" y tú pusiste paloma porque te daba pereza poner "cadarnera". Cuando era niño pensaba que en las novelas todo estaba realmente calculado. Carlos no se podía llamar Juan, ¡era obvio! Hoy veo que la improvisación, en ocasiones, es más genial que el cálculo.
3)Paso ratos, horas, mirando unas fotos que me fascinan. Las fotos del suicidio de Lotte y Stefan Zweig. Fabulando sobre el suicidio de Stefan Zweig y Lotte Zweig en Petrópolis y la manipulación de los cadáveres. ¿Quién manipuló a los Zweig? Los Zweig en Petrópolis es un tema de eterna discusión.
Una película posible: coproducción francobrasileña, Jean Rochefort sería mi Stefan Zweig...
Dicen que Zweig acostumbraba a citar una frase de Montaigne "cuanto más voluntaria es más bella la muerte". Dejó una docena de cartas escritas y planificó un suicidio sin dolor. Gabriela Mistral (que también vivía en Petrópolis) acudió a velar al cadáver.
Thomas Mann declaró que era un acto de cobardía y egoísmo.
En los periódicos brasileros, había un facsímil de su " declaración " con una traducción portuguesa que presentaba la omisión (extraña) de las dos últimas frases: "deseo que todos ustedes vengan a ver otra vez la salida del sol después de esta noche larga. Demasiado impacientemente, me voy antes de esto".

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿No es cierto que Stefan Zweig -al menos en su madurez- , tenía cierto parecido físico con Adolf Hitler? El bigotito, el peinado -aunque se peinaban en dirección contraria- incluso algunos gestos faciales... Claro que el parecido era sólo físico, evidentemente. En fin, dejemos a un lado este comentario trivial.

Es de todos sabido que Stefan tenía cierta tendencia al suicidio, le llamaba la atención el hecho de poder decidir de forma voluntaria cuándo dejar de vivir (incluso este fue uno de los motivos de que su primer matrimonio comenzara a disgregarse, es evidente que su primera esposa no compartía esas ideas, y desde luego no le hubiera seguido en su cita voluntaria con la parca). Pero también es verdad que el devenir político en la Europa de su época, y sus muchos años de exilio, le llevaron a tomar la decisión definitiva.
El caso de su esposa es más sorprendente, aunque supongo que no le agradaría el hecho de quedarse sola en un país extranjero, y que compartiría las mismas ideas -en todos los órdenes- que su esposo. Sin embargo no de deja de resultar pasmoso que una mujer comparta el destino de su marido hasta ese punto. Después de todo es una decisión excesivamente personal. Y el amor no es suficiente justificación, aunque desde luego estaría entre las razones que le llevaron a tomar esa decisión. No obstante, hubo de haber otras razones tan complejas como ésta, o más.
Zweig era un novelista que destacaba por el profundo y certero retrato psicológico que hacía de sus personajes, hemos de suponer que también tendría esa capacidad para analizar la psicología de las personas de su entorno. Me pregunto si estaría seguro de que su esposa se iría con él. ¿Es algo que trataron previamente, o fue una decisión que tomó ella sin que su marido lo supiera? ¿Qué edad tenía Lotte cuando murió?
¿Podría alguien responder alguna de estas preguntas?
Gracias.