SAN FRANCISCO

Me estoy tomando un San Francisco en el Cabaret Voltaire de Zúrich, no hay música.
Ingredientes: Zumo de naranja natural 25 ml, zumo de piña 25 ml, zumo de limón natural 25 ml, zumo de pomelo natural 25 ml, granadina 2 chorritos, 1 clara de huevo, soda, cubitos de hielo, 1 rodaja de limón, lima y naranja (para decorar).

El Cabaret Voltaire fue fundado por Hugo Ball en 1916, durante la Primera Guerra Mundial. Es un edificio bastante modesto y discreto. No hay duda de que fue uno de los focos más importantes del dadaísmo hasta 1922. El 28 de Julio de 1916 Ball leyó aquí el manifiesto dadaísta. Parece que por aquí pasaron los dadaístas Tristan Tzara, Jean Arp, el futurista Marinetti, Kandinsky, Paul Klee, de Chirico, Max Ernst, también un borracho y acabado Ernst Jung, entre otros. Con los años, el Cabaret Voltaire fue un restaurante barato con marginales en sus grasientas mesas de tablas, en los años treinta lo decoraron como una casa de campo suiza; en los sesenta fue una discoteca de mala ralea, y en la década de los setenta y ochenta, un conocido bar gay con fama de guarro. Ahora es un bar medio pijo donde te venden recuerdos medio pijos.

Estoy pensando en Bill Gates, Carlos Slim y Warren Buffett. Quizá hay en el mundo gente con tanto dinero como ellos pero son los que me vienen a la mente. Estos tres chicos tienen tanto dinero como quizá mil millones de personas y es normal y aceptado. A mí lo que me parece raro es que ir por el mundo sea tan seguro y haya tan pocos atentados y tan poca violencia.

Zúrich es una ciudad símbolo de la inmoralidad de la acumulación del dinero y del expolio al mundo. En la Bahnhoffstrasse (una de las calles más caras del mundo) gentes de las más diversas nacionalidades se dedican a las compras después de un duro día de visitas a bancos, en busca del que ofrece más garantías de opacidad.

Y ante esta situación, ¿quién teme al futuro? El futuro no puede ser más horrendo e injusto que el presente. Y desde LHJC esto es todo.