domingo, 3 de agosto de 2008

GINTONIC







Me tomo un gintonic y escucho "Sotto le stelle del jazz" de Paolo Conte. "Le donne odiavanno il jazz, non si capisce il motivo...". Es tristemente cierto. Y mientras escucho a Conte me acuerdo del 27 de julio de 2008 en que el español Sastre ganó un tour. Pongamos las cosas en su sitio: el ciclismo es cosa de viejos, el jazz es cosa de viejos, el beisbol es cosa de viejos, Solschenizyn es cosa de viejos...
Benditos viejos que permitís que sobreviva.
El ciclismo me encanta. No hay nada más grande que ver a un español volviendo locos a todos en Alpe D´Huez,. Debe de ser como para un keniata ver a un compatriota ganando los cinco mil metros en la olimpiada. Es algo que se da por hecho pero me sigue volviendo loco. El ciclismo es un deporte de espectadores viejos, a los jóvenes no les interesa. El ciclismo permite que un tipo (además francés porque me paré a escucharle hablar) se escriba en la parte trasera de su espalda "Sastre", aparezca en los Campos Elíseos y nadie le diga nada. Porque si vas al fútbol con una camiseta con el nombre de alguien te has gastado noventa euros en la camiseta. Y a pleno sol yo esperando a todos los héroes que han llegado a París para ovacionarlos. No hay nada más grande que acabar un Tour y/o jugar en la Real Sociedad. Yo sostengo que es preferible jugar en la Real Sociedad en Segunda División que en Champions League con el Villarreal. Y mientras los espero leo "Un día en la vida de Ivan Denisovich" de Aleksandr Solzhenitsyn (anteriormente conocido como Alexandr Solschenizyn). Nunca he entendido el tema de las reediciones. Nunca las he encontrado necesarias, me parece cosa de millonarios ¿Porqué voy a pagar quince euros por un libro que consigo de viejo por un euro o menos? Misterios por resolver. Este libro según parece fue escrito en un campo especial cerca de la ciudad de Ekibastuz, Kazajistán. Lo quería leer desde que Solzhenitsyn volvió a Rusia y me enteré de que existía (yo era un adolescente en 1994). Pero el tiempo pasó y no lo leí. Leí un cacho de "Archipielago Gulag" pero no sé donde fue a parar el libro. "Un día en la vida de Ivan Denisovich" narra un día en un campo de concentración en los tiempos de Stalin. Allí se juntan tipos de diferentes pelajes, todos retenidos por temas políticos. Y, de repente, paso página y aparece el pelotón. Sois héroes. Recordad: No hay nada más grande que acabar un Tour y/o jugar en la Real Sociedad.

4 comentarios:

Antonia Reyes dijo...

Vaya, SÍ que he leido "Un dia en la vida de Ivan Denisovich" y creo que no estaría mal que los jóvenes también lo leyeran... es exepcional la forma llana y sencilla -esa "espantosa naturalidad"- con la que nos acerca a aquel horror de los campos de trabajo rusos.
Hace poco he leído una obra de Martin Amis, la leí en catalán "Casa de Trobades" (en castellano "la casa de los encuentros"), que también trata sobre aquellos horrores... es un libro MUY aconsejable. magníficamente escrito.

Ah! Aprovecho para recordar siempre se puede ir a las bibliotecas para ahorrarse los 15 euros de la compra de un libro ;-)

Besitos

Antonia Reyes dijo...

Pues coincide que acaba de morir Alexander Solzhenitsyn, qué cosas!!!

Transcribo de swissinfo.ch:
"En una aparición en televisión en junio de 2005, un Solzhenitsyn de aspecto frágil se lamentó por el estado de la política rusa.
"No tenemos nada que se parezca a la democracia", dijo."

Anónimo dijo...

Quizás el francés quiso decir Sartre

oriol dijo...

Tienes razón con lo de las bibliotecas. A mí me llegó como una energía la noche del sábado al domingo proveniente de la lejana Rusia. El domingo el maestro parece que lo pasó trabajando en los treinta tomos de su obra completa. Y la noche del domingo al lunes ¡pum!