LH JAZZ CLUB

jueves, 3 de junio de 2010

Quilmes (en Tinta Roja)


Esquilache (1700-1785)

"La vita in diretta" de Lamberto Sposini.

Estábamos en el Tinta Roja (Creu dels Molers, nº 17) muy contentos tomando una Quilmes. Quizá estábamos demasiado contentos. Esto nos llevo a la discusión sin fin del burka en España y los crucifijos en Italia...
En España muchos ayuntamientos pretenden prohibir las caras cubiertas. Mientras Italia debate si los crucifijos deben de desaparecer de las aulas públicas.
Hasta no hace mucho desconocía "el problema de los crucifijos". Me sorprendió no hace mucho viendo “La vita in diretta” de Lamberto Sposini.
Esto me ha dado una idea. En vez de prohibir las caras cubiertas, en España, podríamos volver a poner crucifijos en los colegios públicos. Que los católicos se expresen más y evidencien a muerte su catolicismo. Que haya una lucha en la plaza pública entre católicos y musulmanes y que gane el mejor...o, en su defecto, el más numeroso.
Me parece evidente que el burka nos violenta y nos molesta por nuestras raíces judeocristianas. Dejémonos de historias. Por mucho que no vayamos a la iglesia y millones de personas se declaren agnósticas, rascas un poco y encuentras un católico en la mayoría de los casos. Lo patético es que las personas que pretenden prohibir las caras cubiertas no sean conscientes de su integrismo católico, respetable en mi opinión.
Que en plena crisis sin fin estemos debatiendo estas bobadas me ha recordado el caso Esquilache.
En España en 1766 reinando Carlos III y en medio del hambre y la constante subida de precios va Esquilache y prohibe las capas y el sombrero de ala ancha. El objetivo: Acabar con la criminalidad. Porque, según él, las capas podían esconder armas. Esta bobada acabo en motín y estuvo a punto de acabar con la monarquía de nuestro Reino.
En definitiva, prohibe el burka y crearas rabia e ilusión en gentes a ponerse el burka.

En los no tan lejanos años ochenta del siglo pasado era todavía muy normal en este país que las viejas se cubrieran el pelo con un pañuelo y se sentaran en una moto de lado y con las piernas cerradas.
Treinta años después nuestras viejas van con el pelo descubierto y hacen gimnasia. Y claro, ahora el problema es que unas chicas jóvenes provenientes de otra cultura oculten su rostro detrás de un trozo de tela. Curiosamente este "grandísimo problema social" coincide con unas próximas elecciones municipales.

Cuando yo era pequeño en la clase del colegio de mi pueblo había una foto de su Majestad el Rey de España. No había crucifijos. Mirado desde mi punto de vista actual esta presencia del Rey en la clase de unos críos impresiona. Es como si vas a un colegio de Libia, entras en una clase de unos niños de seis años y ves una gran foto de Muammar al-Gaddafi. Piensas: Están locos estos tercermundistas.
Después me metieron en un colegio concertado en la periferia de Barcelona y allí había un crucifijo por clase. El Rey había desaparecido. Era un colegio oficialmente laico (pagado, en parte, por todos) pero te obligaban a rezar todos los días. Me parecía que sólo yo no me sabía los rezos. Nunca logré aprendérmelos bien.
En Alicante querían un niño monárquico español y en Barcelona querían un niño católico catalanista. Caos.
España está llena de colegios concertados católicos que se hacen pasar por laicos. Es increíble, esto crea una masa inaudita de católicos confundidos ¡Muchos besos y muchos abrazos!

martes, 18 de mayo de 2010

Papas arrugás (en Barramón)


Vikas Swarup (1963)


Acabamos de llegar a Barramón después de asistir a la presentación, en familia, de Seis sospechosos de Vikas Swarup. La presentación fue la extraordinaria Casa Àsia (Diagonal, 373). Eramos menos de treinta para sorpresa de la directora de Casa Àsia, Menene Gras. Parece que Swarup no reconoció a Jorge Herralde y éste se levantó a saludarle. Nula sintonía entre autor y editor...
Un asistente tosía tres veces por minuto. Un viejo y una joven hablaban en el mismo tono de voz que Vikas Swarup. Y otro abría y cerraba cremalleras constantemente detrás de mí. Un día leí un artículo en ABCD de Salman Rushdie hablando pestes de la película Slumdog millionaire y de paso del libro. Estos pequeños piques siempre son divertidos.
Quizá Swarup no sea un genio pero ¿Quiere ser millonario? no estaba nada mal para pasar el rato. Y conseguir eso no es sencillo en mi opinión.
Y comiéndonos unas papas arrugás en Barramón y mientras suena Plug in Baby de Muse sale el tema...
He expuesto tus mentiras, bebé. En el fondo no es gran sorpresa...
Ahora nos dicen que ya no somos ricos como creíamos...Es fácil decirlo ahora pero yo siempre tuve claro que España no era un país del primer mundo en sentido estricto y trataba de explicárselo a aquél que quisiera escucharme. Nunca me sentí parte de un país rico. Parece que Zapatero sí que lo creía...
Cuando era niño miraba un mapa de un atlas. Era un libro de los años setenta de mi hermana. España, Grecia, Portugal, Argentina y algún otro país aparecíamos del mismo color...países en vías de desarrollo. Siempre me sentí parte de ese grupo porque el día a día se encargaba de demostrarme donde vivía (burocracia, ineficacia, impuntualidad). Se puede ver que las cosas no cambian tanto, ni tan rápido como algunos quieren.
Quieren tomar medidas para salvarnos. Pero yo siempre he tenido claro que para que haya ricos tiene que haber pobres (o al menos es lo que la historia demuestra). Y si una masa importante de brasileños, rusos, turcos, indios y chinos son más ricos, alguien tiene que pagar esto. Y me parece evidente que no tienen que pagarlo los bancos. Esto lo tienen que pagar los asalariados. A poder ser asalariados de países mediterráneos.
No os preocupéis, si vivimos algunas décadas veremos el hundimiento de alguno de estos países que crecen hoy cerca de los dos dígitos.
A veces, en prensa veo que algunos autores hablan de sus libros de autoayuda. Imaginemos que funcionaran. Y viviéramos en un mundo sin deprimidos, todos con gran autoestima, todos luchando “porque yo soy y sé más que tú (mensaje básico implícito de los libros de la autoayuda)”. Menudo infierno.
Pues respecto los países es lo mismo. Algunos nos tenemos que hundir para que otros salgan a flote. Pero aquí nos pasamos el día rompiéndonos los cuernos (reforma laboral y demás...) para evitar lo inevitable: la lenta catástrofe.
Yo recomiendo sentarnos a ver (vaso de vino en mano) este hermoso país en decadencia. La decadencia es bella. Prefiero un país elegantemente decadente a uno asquerosamente nuevo rico (véase la asquerosa y garrula España de los años ochenta).
Porque España actualmente decrece paradójicamente con la masa de población más culta de su historia. Para mí es una prueba de que la educación no garantiza nada (ni felicidad, ni dinero).
Ahora algunos descubren que no somos tan distintos de los italianos (curiosamente muchos italianos también están convencidos de que España funciona mejor).
Los fachas han echado legalmente a Garzón. Le damos el Príncipe de Asturias al escultor Richard Serra (aquel tipo al que le perdimos una escultura de treinta toneladas). A Carlos Fabra le toca la lotería todos los años...
¡Otra de papas arrugas!

lunes, 3 de mayo de 2010

Dry Martini (en Boadas)




Libro firmado por Javier Marías.

Boadas estaba repleto en Sant Jordi. Pero logré tomarme un Dry Martini mientras me fumaba un Dunhill Top Leaf. Un auténtico pelotazo. Consumir la vida placenteramente. Realmente me hacía falta. Llegué a Boadas escuchando “Tiempo al tiempo” de Fito Páez.
Una cosa muy extraña me está sucediendo. Peso diez kilos menos, he conseguido correr diez kilómetros en cuarenta y cinco minutos. Aparentemente me siento mejor que nunca y eso que he cumplido treinta y tres años. Y paralelamente a esta extraña circunstancia vital observo la vida desde la muerte. Paseo por grandes paseos y veo esos espacios enormes con grandes edificios sin mí. Sin mí para siempre. Será cosa de la edad o de otras circunstancias que ahora mismo no vienen al caso. Es hermoso ver como todo sigue igual sin ti. Nada se para. La gente corre de aquí para allá y tú lo observas y un día ya no lo puedes ver pero no importa. Mi insignificancia me produce felicidad.
Esa extraña obsesión mía por pasar desapercibido que en el fondo es lo más sencillo. Menos es más. Preferir lo pequeño a lo grande...Y no me refiero a mi pene que es normal y sino (mujeres del mundo): ¡Comprobadlo!
Y los edificios gigantes te miran y otro día ya no te miran porque ya te fuiste.

El otro día fue Sant Jordi. Y aproveché para que Javier Marías y Enrique Vila-Matas me firmaran sus respectivos libros. Estos dos autores son los que se salvaran de la quema del tiempo. Se salvarán porque Latinoamérica los salvará. Sino tiempo al tiempo. Yo salvaría a Juan José Millás pero Latinoamérica no parece dispuesta a hacer esta concesión por desgracia.
La cosa es que los vi muy viejos y como muertos vivos. Me parecía que observaban la vida desde la muerte, en su caso, por razones biológicas y creativas más justificadas que en el mío (simple mortal que observa pasar la vida).
En el año 93 o 94 yo hice una clasificación. Escritores viejos: Camilo José Cela, Miguel Delibes, Gonzalo Torrente-Ballester. Escritores maduros: Manolo Vázquez-Montalbán, Juan Marsé. Escritores jóvenes: Enrique Vila-Matas, Javier Marías.
De la lista de viejos y maduros todos están muertos excepto Juan Marsé.
Los que yo denominaba jóvenes y, por cierto, en mi opinión guapos ahora los veo como viejos decrépitos.
En esos años yo compraba el Ajoblanco y me sentía un adolescente raro y especial, entre otras cosas por comprar el Ajoblanco de Pepe Ribas. Recuerdo que en 1992 Javier Marías publicó “Corazón tan blanco” que fue un zambombazo enorme. Y yo pensaba este tío es un triunfador guapo, seductor, joven y buen escritor. Seguro que se acuesta con cuantas mujeres desea. En 1993 Enrique Vila-Matas publicó “Hijos sin hijos”. Era un escritor minoritario pero prestigioso. Y yo también lo veía guapo, seductor, joven y buen escritor. Recuerdo observarle desde la distancia ese Sant Jordi y el tipo se fue antes de la hora porque no firmaba ni un libro.
La cuestión es que han pasado diecisiete o dieciocho años y mis dos ídolos de juventud ahora resulta que son los Cela, Delibes y Torrente-Ballester de los tiempos actuales. Sino lo veo no lo creo.
Me fui contento con mis dos libros firmados, paseando por calles que cualquier día no me verán pasear (puede pasar un mes o cincuenta años da igual). Melancolía, tristeza, pereza, belleza... ¿Primavera?

lunes, 26 de abril de 2010

Café con leche (en el Bar Serra)


Una de mis fotos favoritas: Juan Antonio Samaranch y Rodolfo Martín Villa.


Tomándome un café con leche en el bar Serra. Haciendo tiempo. Escuchando a Amalia Rodrigues en mi ipod y leyendo prensa que me lleva a los nervios ¿Por qué pierdo tanto tiempo leyendo periódicos que me enervan en formato de papel? No lo sé pero no me canso. No podría vivir sin ellos. Leer para reafirmarme en mis teorías absurdas, en vez de leer libros que esperan para cuestionarme en mi mesita de noche, en fin...
Siempre he sostenido que España es un país extraño, con una extraña forma de vida. No es un país occidental en el sentido estricto de la palabra. España es otra cosa. Dos circunstancias que han sucedido estos días sólo hacen que reafirmarme en mi teoría.
Marruecos no pretende ser occidente, ni Rusia, ni Turquía. Pero aquí nos empeñamos en creernos occidentales. Más desde 1986 ¿Si estamos en la Unión Europea cómo no vamos a ser occidentales? Pues no tiene nada que ver, señores. Y a las pruebas me remito.
En occidente pasan cosas raras, muchas, pero definitivamente no tantas como en España.
Creo que nos iría mejor viéndonos como lo que somos: un país distinto, injusto y por eso más divertido, deformado al gusto de los poderosos descontrolados, locos. No nos debería de sorprender. La historia de personajes como Garzón y Samaranch son un buen ejemplo.
1)El caso Garzón. Según Pérez Esquivel España debería de echarse a la calle para defenderle. Este tío no tiene ni puta idea ¿Se supone que yo tengo que salir a defender a aquél que se echó encima del PSOE cuando vio que no tenía nada que rascar en política? Garzón se veía sucesor de Felipe y futuro presidente. Felipe lo ninguneó y lo menosprecio. Y Garzón juró venganza. Esto es un hecho. Garzón usó en los noventa a la justicia y hoy la ultraderecha utiliza a la justicia contra Garzón. La diferencia existe pero no es tanta. Siempre he tenido mis dudas sobre la moral de Garzón ¿Hasta que punto el sufre por las víctimas de la dictadura chilena? Me parece una persona fría, calculadora y con un afán de protagonismo que espanta. La justicia en España se usa de una manera escandalosa de un lado y de otro a un nivel que en cualquier país occidental no sucede.
2)La muerte de ese simpático falangista que fue Juan Antonio Samaranch. Se ha muerto este tío al que yo odiaba profundamente. Y se ha muerto en la cama. Y la prensa nos lo muestra como un buenazo que nos dio unos Juegos Olímpicos. El trajo un negociazo de especulación cojonudo para algunos, el famoso pelotazo. Imaginemos que un nazi hubiera conseguido una Olimpiada para Frankfurt...en fin. Leo el ABC y El País y todos nos lo muestran como un buen tío y tal y tal. Me pongo de los nervios pero hay que estar templado ¿De qué me sorprendo? España no es occidente y ya está. El domingo Manel Estiarte publicó un artículo de pelotilla en El País ¡Qué asco! En fin, todo parece indicar que este facha amigo de Maragall y Pujol pasará a la historia encima...¡Como buena persona! Hay que joderse. Llenar los bolsillos de media España ayuda a quedar como un buenazo. Esto es una prueba de que la historia en España se escribe como le sale de los huevos a ciertas personas, la realidad poco importa. Nunca olvidaré cuando en una entrevista con José María García contaba que había departido con Reagan, Bush padre, Clinton... “Ellos pasan y yo sigo”. Flipé con el ego de este tío. “Ellos pasan y yo sigo”, o sea, que ése era su rollo mantenerse en el poder cueste lo que cueste y guardarse un huequecillo en la historia como buen facha que era. Sólo me consuela que de aquí unos años ya nadie se acordará de Samaranch. Creo que la historia le guardará un espacio cada día un poco más pequeño (menos mal), al menos, habrá fracasado en su proyecto final.

sábado, 10 de abril de 2010

Tres desayunos (en vuelos de Qatar Airways)


Ana M. Briongos (1946)

Un avión de Qatar Airways.

Jafar Panahi(1960).

Desayunar tres veces en el avión pone a prueba el estómago de cualquiera. Digamos que en mi vida civil más o menos controlo lo que como. Pero subo a un avión y, cual perro, me como toda la comida, normalmente malísima, que me echan.
Así pues el pasado 17 de marzo desayuné 3 veces debido a mi injusta deportación de Irán (Doha-Teherán, Teherán-Doha, Doha-Estambul). Cuando llegué a Estambul entre la compresión del aire y los tres desayunos creí que iba a parir y quería pedir la epidural.
En definitiva, como deportado de Irán soy una víctima del gobierno de Ahmadinejad como el cineasta Jafar Panahi (detenido desde el 2 de marzo). Pero nadie se acuerda de mí (es broma).
Cuando le conté mi experiencia a Ana M. Briongos flipaba:
-Vaya chasco el que te llevaste. ¡Como es posible! Pensándolo bien: todo es posible en Irán especialmente tratándose del visado.
Ana M. Briongos está probablemente entre las diez personas que más saben de Irán en España. Vivió diez años entre Irán y Afganistán. Fue estudiante en la universidad de Teherán. Y tiene en su haber algunos libros ciertamente interesantes (Un invierno en Kandahar, Negro sobre negro, La cueva de Alí Babá). Además es una persona de una generosidad inaudita.

Querría explicar aquí que fui deportado, injustamente, por las autoridades iraníes. Es muy sencillo. Ellos ponen unas normas y yo me limité a cumplirlas. En teoría, si pretendes estar menos de una semana y vas a llegar a Teherán (IMM) no necesitas ir con visado. Necesitas un billete de salida que demuestre que vas a estar menos de una semana y cincuenta euricos. Pero los tipos me pedían un número pin que sólo un hotel o un amigo de allí puede conseguir (requisito que no escriben entre los requisitos si vas a estar menos de una semana). Teniendo en cuenta que internet funciona irregularmente y que los hoteles no contestaron mis mensajes y que tampoco podía hacer una reserva con visa o mastercard pues en fin...Además la pésima agencia semioficial IránSara de Madrid a la que llamé diez veces jamás contestó mis llamadas. Aprovecho para cagarme en IránSara que, por cierto, tiene una página web que recuerda las páginas de 1996.
Después de charlar con dos funcionarios, el tercero me repitió las mismas preguntas.
-¿Qué vienes a hacer aquí?
-Turismo.
-¿Eres periodista?
-No.
-¿Qué ciudades pretendes visitar?
-Teherán, Shiraz, Isfahan.
-¿Vienes solo?
-Sí.
-¿Tienes reserva de hotel?
-Tengo esta lista de hoteles que no aceptan visa, ni contestan mis emails...
-Lo siento, pero no vas a pasar.
-Entonces, ¿me quedo a vivir aquí una semana?
-No...te devolvemos.
-Pero, ¿no puedo hablar con algún hotel desde aquí?
-No.
Y el tipo se fue. Todo muy correcto pero evitando el diálogo. Me senté, pensando que debería de pasar un día o algo así en el aeropuerto de Teherán.
Dos horas después apareció corriendo una azafata de Qatarairways. Y entonces el educado funcionario cambió su actitud y le pegó un broncazo de padre y muy señor mío a la azafata. Por cierto, las azafatas de Qatarairways son las que están más buenas creo que en el mundo mundial.
La hermosa azafata calló y bajó la cabeza. Supongo que decidió pagarlo conmigo y tratarme con un perro. Como cuando te echan la comida.
-Te han deportado ¡Vamos! ¡Vamos, rápido!
Cada vez que la muy guarra me decía que fuera más rápido yo iba más lento.
-¡Rápido, qué el vuelo está esperando!
Y yo no decía nada pero iba más despacio.
-¡Ay! ¡Me he olvidado el móvil!
Y la muy guarra se fue corriendo mientras yo la miraba con mirada asesina.
-Firma tu deportación, rápido.
-¡Un momento!Tendré que leerlo ¿No crees?
-Es un tramite, firma.
Y allí fue cuando me acojoné, por desgracia. Yo no quería firmar mi injusta deportación. Pero mi ignorancia me impedía saber que hubiera sido de mí sino firmaba esa estafa. Pero claro, he descubierto que yo no soy Gandhi ni Aminatou Haidar y lo que me apetecía, como de costumbre, es salvar el culo en las situaciones mínimamente complicadas.
Y me metieron en un avión repleto (destino Doha) que no dejaron salir hasta mi llegada. La gente me miraba. Finalmente salimos con dos horas y media de retraso. Y de paso, retrasé la salida de todas las conexiones desde Doha de QatarAirways. Parece que el broncazo que le cayó al manager de Qatarairways de Estambul hizo historia.
-¿Sabes que tienes que hacer cuando te deportan?-me preguntó un azafato
-No.
-Vale. Pues cuando lleguemos a Doha tú deberás esperar sentado a que todo el mundo salga y entonces uno de nosotros te acompañará fuera.
-Bueno.
Me sentaron al lado de una azafata iraní de Qatarairways que viajaba sin servicio. Una chica muy maja que se había criado en Canadá y actualmente vivía en Qatar. Me dijo que por mi pésimo acento en inglés pensaba que yo era griego. Me preguntó si pensaba volver algún día a Irán (je). Y me contó como existe el Telebotellón en Teherán. Yo sólo he visto Telebotellón en Murcia pero parece que es algo internacional.
En teoría, en Irán no puedes beber alcohol pero parece que su padre llamaba por teléfono y le llevaban cerveza o güisqui a su casa.
También aproveché para hablar con su hermano que me comentó que según su opinión los fanáticos religiosos en Irán no llegan al veinte por ciento. Ese veinte por ciento parece que tiene acojonado a un ochenta por ciento laico. Algo así como si ETA gobernara el País Vasco.
Esperé a que saliera todo el mundo y me acompañaron al exterior.
-¡Qué vaya bien por Madrid!- me dijo con la mejor de sus sonrisas una azafata cuando me entregó a un policía qatarí y a un empleado de tierra de Qatarairways.
-¿Cómo? ¿Me mandáis a Madrid?
-Sí, sí, a Madrid- reafirmó el empleado de tierra morenico que me dijo que era una cagada de Qatarairways Estambul y que les reclamara.
-Bueno- respondí, realmente me la sudaba ya.
Pasé por manos de otros empleados y policías y me enchufaron en un vuelo obviamente retrasado a Estambul (la ciudad desde la que volé a Doha).
En Estambul me esperaba un policía turco, el manager de Qatarairways Estambul y un asistente para gestionar el fin de mi deportación.
Llegué a Estambul realmente hinchado tras la ingesta de tres desayunos.
-Buenos días señor -me dijo el manager de Qatarairways en Estambul.
-Buenos días.
-Aquí le traigo la factura de 405 dólares de su vuelo de deportación.
-¿Cómo?
-La factura de su vuelo, por favor, déme la tarjeta.
-No pienso pagar, además te voy a reclamar.
-Sí, sí, después reclamas. Pero tienes que pagar. Lo he tenido que pagar yo y yo tengo hijos, señor.
-No lleves esto por el camino de la vida personal porque yo no lo hago.
-Y sino es por el camino personal, ¿cómo la hago? Tienes que pagar.
-Mira, a mí en Doha me han dicho que es tu culpa. Es sencillo, arréglate con ellos. O si quieres hablo con tu jefe o...¡yo qué sé!
Al tipo le cambió la cara, tampoco quiso que hablara con su jefe. Al fin, tras unas gestiones quedé libre en Estambul.
¡Libre en Estambul! ¡Libre en Estambul buscando un lavabo para sacarme de encima los tres desayunos de Qatarairways!

lunes, 22 de febrero de 2010

Té a la menta (en Institut du Monde Arabe)


Institut du Monde Arabe.

Nasser D. Khalili (1945)

Yo y mi ego, normalmente controlado, nos tomamos un té a la menta en la cafetería del Institut du Monde Arabe de París. Mientras escuchaba en mi ipod Faith/Void de Bill Callahan. Minutos antes habíamos visto la interesantísima exposición “Arts de l´islam” (obras maestras de la colección Khalili). Nasser D. Khalili es un millonario iraní que emigró a EEUU y actualmente reside en Gran Bretaña. Tiene un ego enorme y una colección de 25 000 mil piezas de arte islámico. A Khalili le gusta contar que llegó a EEUU con 750 dólares (actualmente está entre las diez primeras fortunas de Gran Bretaña). El ego del coleccionista: “Gracias a mí la gente podrá disfrutar de estas piezas maravillosas”. Y es verdad.
La exposición me pareció alucinante, no en vano es la colección privada de arte islámico más importante del mundo. Y pensé que tendríamos que aprender de Francia no sólo su burocracia y podríamos aprender de su relación con el mundo árabe (recordemos: atentado en N.Y.-guerra de Irak-atentado en Madrid-atentado en Londres-NOatentado en París). Especialmente la derecha española debería aprender de la derecha francesa (comparemos la actitud de Aznar y Chirac respecto Irak). Me gustaría que en Barcelona o Madrid hubiera un Instituto del Mundo Árabe como el que tienen en París. Ésa sería un arma poderosa para luchar contra los tópicos recelos del español medio hacia “el moro” y descentraría a los radicales islámicos. Si los socialistas estuvieran al servicio de la sociedad lo hubieran creado. Y si viene la derecha (como dicen) pues se lo encontrarían ya hecho y no se atreverían a tirarlo abajo (como el divorcio, el aborto, el matrimonio gay...). Un Instituto del Mundo Árabe en condiciones en España podría ayudar a mejorar las relaciones de España con un número de países enorme. Sería una inversión a medio plazo muy rentable.

A mí ego también le gustó la exposición:
-Aquí estás tú – me dijo- en París tomándote un té después de que tus ojos hayan visto estas maravillas. ¡Eres un privilegiado! ¡Eres un privilegiado!
-Pero estoy cansado, tengo sueño, tengo que volver a Barcelona trabajando, preparar mis vacaciones a Turquía, Qatar e Irán, los vuelos, los visados... -le respondí.
-”Preparar mis vacaciones a Turquía...” - me imitaba el muy cabrón - ¿Y te quejas? ¡No me mires así, bobo! ¡Y no olvides que yo soy tú!

Juan Cruz ha escrito un bonito libro de recuerdos. Se llama “Egos revueltos”. El ego de Borges, el de Cela, el de Marsé, el de Sábato, el de Paz. Siempre se habla del ego como algo malo y Juan Cruz demuestra que sin ego el mundo no sería mundo.
Sin ego no hay creación, con mucho ego puede venir la destrucción.
No hay nada más aburrido que una reunión de personas sin ego. No hay nada más vergonzoso que una reunión de personas con ego desmedido. Entonces, hay que compensar y combinar y sólo así puede surgir algo positivo.
Las personas con ego gigante en la vida de los comunes mortales son criticadas. A mí me parecen tan necesarias en las reuniones sociales como un gintonic. Sólo aceptamos los egos en el caso de los grandes genios. Pero las burradas que puede soltar un común mortal con ego desmedido me parece muchas veces lo más divertido de una noche.
Normalmente la vida social premia a aquellas personas con ego controlado. Quizá tengas un ego gigante pero como acostumbras a no molestar y no decir lo que piensas y pasar desapercibido pues ya está. No hay problema. La grisura, lamentablemente, triunfa.
Da pereza normalmente discutir lugares comunes pero a mí me encanta ver que la gente es más valiente que yo, más divertida que yo, más arriesgada que yo...Y esas personas acostumbran a tener un ego descontrolado e inconsciente que me fascina.
Soy consciente de que mis minúsculos pasos son inútiles, haga lo que haga mi trascendencia será mínima. Un día de estos me iré y mis objetos irán a la basura o a la subasta. Pero no dejo de soñar con escribir una buena frase que fascine a cien mil almas. Por tanto, tengo un ego enorme aunque lo oculte constantemente.

Últimamente con mi ego enorme veo el presente con ojos de futuro. Veo a algunos escritores actuales y pienso: tú acabarás como José María Gironella (venderán tus libros como saldo), tú serás un clásico y será alucinante que haya hablado contigo como si fueramos amigos (serás el Borges del siglo XXI), a ti te olvidarán y dentro de cuarenta años alguien te empezará a reivindicar y resucitarás...

miércoles, 17 de febrero de 2010

Coma Vella 2005 ( en Moo)


Roger Viusà (1978)

José María Gutiérrez "Guti" (1976)



Hace unos días estuve en el Moo, en el hotel Omm (Rosselló, 265). Antes de ir repasé un artículo de Pau Arenós titulado “Hay que probarlo”. Si Pau Arenós lo dice yo, si puedo, le hago caso. Por Pau Arenós, a veces, en París me voy a comer un cruasán a la pastelería de Hermé y sueño con ir un día al restaurante Dom de Alex Atala en San Pablo (Brasil).
El Moo fue ideado y supervisado por los hermanos Roca y tiene una estrellica Michelin. El chef es Felip Llufriu (1977) y, extrañamente, el día que fui el sumiller Roger Viusà (1978) hacía funciones de mâitre. A mí me soñaba el careto de Viusà, luego he mirado y resulta que fue elegido mejor sumiller de Europa en Londres por la Worldwide Sommelier Association. La verdad es que nos trató muy bien y con gran naturalidad.
Me comí un menú de mediodia de 45 euros (de lunes a sábado) y para beber un Coma Vella 2005.
Me pareció muy barato, mucho más barato que la típica cena de sábado noche 40 pavos de cualquier local asqueroso del Born.
Ahora resulta que la gente de mi edad son los mejores sumilleres del mundo y dirigen cocinas de restaurantes excelentes. Para mí es difícil de asumir porque yo me siento como un niño. Un niño chico. Unos han triunfado y se retiran , otros empiezan a triunfar.
La realidad es que te haces (me hago) mayor. ¿Cómo lo descubres? Tus (mis) amigos empiezan a ponerse mujer de la limpieza. Vas a un restaurante, te atiende un sumilller cojonudo y tiene un año menos que tú. Eso y que los futbolistas de tu (mi) generación están en el ocaso de sus carreras (Raúl, Guti, De la Peña, Etxeberría...).
Guti, mi admirado Guti. Puede convertirse a poco que se lo proponga en el mejor futbolista de su generación ¡El George Best español! Si yo le asesorará le obligaría a hacerse amigo de Joaquín Sabina y David Trueba y le liaría con Leonor Watling (¡se terminaron las amistades y novias garrulas!). Así se crea un mito y Guti tiene suficiente talento para convertirse en un mito.

Cada día que pasa me caen peor los críticos. Excepto los críticos gastronómicos, como Pau Arenós, que supongo que comen gratis y son siempre generosos con los locales. Alguien debería criticar a los críticos porque creo que ya está bien.
Digo esto porque hace unos días vi El cónsul de Sodoma (basada en la excelente biografía que escribió sobre Jaime Gil de Biedma el gran Miguel Dalmau). Resulta que la han masacrado. Probablemente no sea una gran película pero no es ni mucho menos tan mala como dicen por ahí.
Es muy sencillo, yo leí el libro hace unos meses y no todos los días se estrena una película en la que salen Jaime Gil, Juan Marsé, Carlos Barral, Colita, Ricardito Bofill...En fin que como la vi con ganas pues no lo pasé tan mal. De momento ésta es la mejor peli que he visto sobre Jaime Gil de Biedma (es la única que hay). Por tanto, la tomo, la veo y la disfruto. El día que haya cinco pelis sobre Jaime Gil de Biedma ya hablaremos.
Después sale Berta Marsé diciendo que no reconoce a su padre en Álex Brandehmul. Hija mía: ¿Tú crees que la hija de Gauguin hubiera reconocido a su padre en el papel que hizo Anthony Quinn?,
No he visto la última película de Fernando Trueba pero he leído tres o cuatro críticas y la masacran. Es imposible que sea tan mala como dicen esas críticas. Seguramente será floja pero seguro que tiene algún buen momento. Sin ver la película ya sé que se les va la olla a esos miserables.
Debería de empezar a existir una sección en la prensa de crítica de críticos porque me tienen hasta los huevos con su mezquindad de fracasado que disimula que no le importa ser un critiquillo de mierda cuando es evidente que a los dieciocho años soñaban ser un director de éxito un escritor de prestigio.
Obviamente me refiero a los críticos destructivos porque algunas excepciones hay.
Siempre lo he dicho: la crítica de prensa (otra cosa es la reflexión de un libro) debería empujar al consumo de la novedad y sino no critiques. No me hagas perder mi tiempo leyendo que esto es una mierda. Cobrar por insultar al currante, al artista o al artesano, al verdadero protagonista, debería de estar penado. Dile a tu jefe: “No voy a criticar tal peli porque no me ha gustado”. No critiques lo que no te gusta porque me das mal rollo. NO COBRES ESA CRÍTICA, MISERABLE.