El otro día volviendo de Milán un serbio me ofreció un poco de Slivovitz (licor serbio a base de ciruelas). Curioso brebaje pienso mientras ya en casa escucho Gas, gas de Goran Bregovic. España preside la Comunidad Europea...No hace falta ser un lince para descubrir que lo mejor de la Europa Comunitaria está en los últimos países que entraron (Rumanía, Bulgaria). Y lo mejor de Europa está realmente fuera de la Europa comunitaria. Probablemente el mejor país de Europa sea hoy en día Serbia (conocida como Yugoslavia por algunos de ellos). Siempre que consideremos lo mejor como lo más interesante y estimulante, claro. La Yugoslavia de Tito...Yugoslavia, ¡qué hermosa eres! Si lo mejor para la cultura es que te caiga dinero de subvenciones y hacer mierda camuflada y repetitiva, entonces, el mejor país es Francia. Modelo que tratamos de reproducir aquí. Es paradójico ver como la cuando la cultura media de un país va subiendo éste va muriendo poco a poco. Hasta llegar al fenómeno conocido por mí como “la muerte francesa” (no confundir con la lindísima pequeña muerte). En pocos países la cultura media es tan alta pero pocos países están tan fosilizados como ellos. Serbia es el futuro no hay duda. Un país en el que sus músicos cantan en las bodas y les prenden fuego a su alrededor tiene que ser el futuro. El músico yugoslavo sabe que no debe salir demasiado pronto o recibirá poca propina pero tampoco debe salir demasiado tarde pues saldrá con quemaduras de tercer grado. Desconozco la estadística de músicos yugoslavos muertos por quemaduras pero la estoy buscando. Hace unos once años estaba en Zagreb y pillé un tren para ir a Belgrado. Cuando llevaba medio camino el revisor me preguntó si tenía visado para Serbia. Obviamente no tenía y me tuve que bajar en un pueblo croata de cuyo nombre no quiero acordarme. Me cagué en Yugoslavia (concretamente en Serbia). Tardé mucho en comprender que cualquier país medianamente decente pide visado para entrar. Por eso la mierda de país en que se está convirtiendo Croacia no me pidió visado. En fin, algún día iré a Belgrado y algún día visitaré el interesantísimo pueblo que ha montado Emir Kusturica: Küstendorf. “Perdí mi aldea durante la guerra. Por eso mi deseo de construir mi propia aldea. Organizaré seminarios para la gente que quiera aprender a hacer cine, música, o pintar cerámica. Es el lugar donde ahora viviré y donde mis amigos me visitarán de tiempo en tiempo. Sueño con un lugar abierto, con diversidad cultural pero capaz de mantenerse libre de la globalización”.
Ejemplares variados de Novela Cómica y Novela Teatral.
Me he preparado un NEGRONI ESPAÑOL: 1/3 de Gin Giró, 1/3 de Vermú Primitivo Quiles, 1/3 de Bitter Kas. Hombre, es mejor el original (Bombay Saphire, Martini rojo y Campari) pero hay que prepararse para el día que se cierren las fronteras y haya que abandonar el café y volver a beber malta y a comer pan negro y mondas de naranja fritas. Escuchando En las calles de Madrid de Loquillo&Trogloditas. Estaba repasando mi colección de la legendaria La Novela Cómica y La Novela Teatral. Colección que compré a un precio ridículo. España debe de ser de los pocos países en que si buscas un poquito consigues una primera edición de un libro de hace cien años más barata que una trigésima edición del presente año. La Novela Cómica era el bestseller de hace cien años en España. A aquellos que sabían leer les encantaba leer teatro, creo que es algo que se ha perdido un poco. El ejemplar de 6 de enero de 1918 (hace noventa y dos años) incluye un artículo de A. R. Bonnat titulado La cuesta de enero. “Todas las circunstancias son contrarias al desenvolvimiento de la vida teatral. Los problemas de carestía de la vida repercuten, como es natural, en el capítulo del presupuesto familiar destinado a buscar diversiones y esparcimiento al ánimo, y sobre ellos pesa, aumentada, otra dificultad: la de la vida nocturna madrileña. Madrid, sin alumbrado, sin tranvías, con escasez de gasolina para los automóviles, no es terreno muy fácil para que los habitantes salgan por las noches y se aventuren a sufrir molestias, con el único y exclusivo objeto de asistir al teatro. La vida, pues, de éste no puede ser más precaria, y bien haría el ministro de Hacienda en atender a las reclamaciones que le tienen presentadas los empresarios, a fin de verse algo aliviados de impuestos y poder continuar viviendo. No es, el teatro, objeto solamente de lujo, ni puede considerársele tan sólo como algo superfluo, no; es algo que integra la vida misma del país...” ¡Madrid anocheciendo sin luz artificial! Creo que soy objetivo si afirmo que la vida en España era más complicada hace noventa y dos años que hoy. En Madrid nació en 1996 Animalario (Alberto San Juan, Willy Toledo, Ernesto Alterio, Andrés Lima...). Animalario es probablemente la compañía teatral que está más en forma de toda España. Yo había visto Marat/Sade y finalmente hace poco más de un mes vi Urtain en el Romea. Sólo puedo decir que el impacto fue muy grande, creo que es de esas obras que crean espectadores. Es muy sencillo: si un chaval de quince años ve Urtain será un espectador de teatro de por vida. Roberto Álamo, el actor que encarna a Urtain, está sublime. Cuando sale a saludar todos sonríen pero él aparece destrozado...Creo que destrozado por dentro. Una vez que el espectáculo Urtain desaparezca de los teatros de España dudo que logre deshacerse del personaje con facilidad. A Roberto Álamo le darán el premio Max pero no será suficiente premio para tal portento de la actuación.